miércoles, 17 de noviembre de 2010

ME ODIO A MI MISMO Y QUIERO COMPRAR!


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 REFLEXION..
La oposición a las conductas  de consumo y al sistema actual de producción y economía, no bastan en la intención  de fomentar un cambio, al anti consumismo es un movimiento que además de no generar un  cambio, parece contribuye a este círculo del consumo, asegura el autor.
Es claro q el consumismo, es la actual fuente de nuestra economía y es la mano invisible que le da movimiento al dinero.  Comparto la idea del autor que este fenómeno de compra  compulsiva no es causa del llamado conformismo, si no,  más bien, todo lo contrario,  es la intención de sobresalir entre los demás,  la noción de soberanía o distinción dotada con los bienes que se posean,  es la búsqueda de un estatus, es el inconformismo el provocante de este comportamiento;  lo que define el autor como consumo competitivo.
Es válida la reflexión del autor al referirse acerca de los documentales  películas  y  demás críticas a la sociedad moderna de consumo exitosas, que  han devengado  gran demanda.  No han generado un verdadero cambio ya que su reflexión según el autor es errónea,  citando: “simplemente no han entendido la verdadera naturaleza de la sociedad de consumo.  Identifican el consumismo con el conformismo,  por eso no se dan cuenta que es la rebeldía,  y no el conformismo,  lo que controla el funcionamiento del mercado desde hace décadas”. La reflexión expuesta por estos autores va enfocada a la sociedad de masas, que según el autor,  es uno de los pilares del consumismo,  y se sustentan en críticas al proseguir económico estimado por Marx, que no va en sincronía con la realidad. 
La superproducción es el causante del estancamiento  o recesión económica predicha por Marx,  y fue en los 60´s donde se utilizo la  publicidad como recurso  para  mitigar este fenómeno, al convertir al trabajador en consumidor, iniciando así el desarrollo de necesidades adquiridas, que generan un crecimiento paralelo a la demanda.
La felicidad puede encontrarse en el dinero, en la adquisición de bienes, así sea momentánea, según esto sería lógico pensar en que la felicidad de una nación puede estar reflejada en el nivel económico alcanzado por el país, pero según el artículo, no es así, ya que citando el ejemplo de Canadá que en las últimas tres décadas ha duplicado su producto interno bruto (PIB), pero la felicidad de sus habitantes no refleja el mismo incremento, el autor sostiene, que este crecimiento económico debería verse representado, trayendo consigo cambios como: disminución de la pobreza, reducción de horas de trabajo, mayores ingresos, y un mayor equilibrio con el medio ambiente; pero parece que los efectos de este crecimiento económico han sido opuestos, ya que este “circulo vicioso” del consumismo ha impulsado a que los y trabajadores extiendan sus horas laborales, con la intención de recibir mayor remuneración, y así, poder comprar más, la invasión publicitaria alimenta este deseo de compra cada dia, ya que son muchos los sacrificios a los que están dispuestas las personas para alcanzar sus objetivos materiales.
En la búsqueda de una posible solución, de una reducción en esas necesidades mencionadas en el articulo como “ficticias”, el autor justifica que no existe persona quien pueda catalogar que es realmente útil o no, y es allí donde menciona que tal vez, todo lo que tenemos a nuestro alrededor es necesario, y es porque las necesidades existen solo porque el sistema las necesita, las falsas necesidades que la población cree tener son necesarias para absorber el exceso de bienes producidos.
Nunca existirá una sobreproducción ya que estamos en un mundo de intercambio, de lo que es definido por el autor como acción colectiva. Visto que la oferta de bienes constituye la demanda de otros bienes.
Mi conclusión final va reflejada en una reflexión destacada durante todo el documento, y es el hecho de que el termino consumismo parece siempre afectar solo a lo que compran los demás. la imagen que tenemos del consumismo es errónea ya que a nuestra mente, llegan muchas imágenes, menos la nuestra, somos críticos del sistema, insatisfechos con lo que vemos, hastiados de publicidad, pero el verdadero problema está más cerca de lo que creemos, porque en nuestra cotidianidad, somos parte de este sistema, así como lo somos de la sociedad, del planeta en sí; entonces nuestra perspectiva debe señalar a nuestra propia persona para encontrar y proponer una posible solución, primero se debe encontrar una propia respuesta, y la manera que propongo es empezar por cual es mi postura y que estoy haciendo para reflejarla, mi criterio se ve reflejado en mis propias acciones.

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